Descripción

Se trata de un recorrido lineal, cuya duración puede variar un poco dependiendo de las personas que participen y de su habilidad. Comenzaremos desde el Faro de Pechiguera, un punto emblemático con vistas impresionantes al océano. Este faro, construido en 1866 y renovado en 1988, es uno de los más altos de las Islas Canarias, con una altura de 50 metros. Desde aquí, los visitantes podrán disfrutar de vistas panorámicas del mar y, en días despejados, incluso divisar la isla de Fuerteventura.

A lo largo del camino, llegaremos al hotel abandonado, un edificio que ha estado en ruinas desde los años 70. Este hotel, aunque en desuso, añade un toque misterioso al recorrido y es un punto de interés para los amantes de la fotografía. Las paredes desgastadas y la estructura deteriorada cuentan historias de tiempos pasados, ofreciendo una atmósfera única y evocadora.

En esta zona encontraremos los charcones, unas piscinas naturales formadas por la erosión de la lava y el mar. Los charcones son conocidos por sus aguas cristalinas y su tranquilidad, ideales para un baño refrescante si el tiempo lo permite. Estos charcos ofrecen una experiencia única de conexión con la naturaleza, donde los visitantes pueden relajarse y disfrutar del entorno natural.

El recorrido culmina en Janubio, donde los clientes podrán observar desde lejos las Salinas del Janubio, un paisaje único y fascinante. Estas salinas, en funcionamiento desde 1895, son las más grandes de Lanzarote y producen sal de manera artesanal. El proceso de producción de sal es un espectáculo en sí mismo, con las montañas de sal blanca contrastando con el azul del cielo y el mar.

Aquí también nos encontraremos con un horno de cal que data de 1845, utilizado históricamente para la producción de cal a partir de piedra caliza. Este horno es un testimonio de la historia industrial de la región y añade un toque histórico a la experiencia. Los visitantes podrán aprender sobre el proceso de producción de cal y su importancia en la construcción y la industria local.